Consejos para una correcta estimulación temprana

Estimulación temprana: qué es, cómo se hace + ejemplos prácticos

¿Qué es la estimulación temprana?

Se trata de todas aquellas actividades, medios y/o técnicas que, con una base científica, ayudan a que, desde bebés, las/los niñas/os desarrollen las diferentes capacidades que les permitirán desplegar todo su potencial.

Gracias a ella podremos darnos cuenta si presenta algún tipo de patología precoz a nivel sensorial, bien sea auditiva, olfativa, táctil, gustativa o visual o a nivel cognitivo.

En el cuidado de niños/as es fundamental conocer y poner en práctica estas actividades para el correcto desarrollo del/de la niño/a y nuestras cuidadoras lo saben.

¿Cómo se hace?

Estas actividades se deben realizar de forma repetitiva y deben adaptarse a la edad y características de cada una/o, respetando los tiempos que cada uno/a necesite, ya que esto es FUNDAMENTAL para la formación de una buena autoestima.

Lo principal es realizar cada actividad pacientemente y desde el cariño estimulando al niño/a a través de nuestra voz (hablándole y dándole ánimos)

Desde UNICEF México recomiendan los siguientes consejos para realizar una correcta estimulación temprana:

  • Realizar las actividades de forma diaria o, como mínimo, tres veces por semana en un ambiente seguro y tranquilo.
  • Aprovechar las actividades del día a día (el baño, la alimentación, el juego,etc) para realizarla.
  • Que en el momento de realizar estas actividades el/la bebé se encuentre tranquila/o y despierta/o.
  • Celebrar todos los resultados por pequeños que sean
  • Repetir cada ejercicio un mínimo de 5 veces.

¿Qué tipos de estimulación hay?

Cada tipo de estimulación va dirigida a mejorar alguna de las siguientes áreas:

  • Área Cognitiva
  • Área Emocional
  • Área Social
  • Área Visual
  • Área Motriz
  • Área del Lenguaje

Ejemplos de estimulación temprana

Por tanto, es fundamental llevar a cabo las estimulaciones adecuadas en cada una de estas áreas. Aquí te dejamos algunos ejemplos.

  • Área cognitiva: leer un cuento adaptado a la edad o jugar a amasar plastilina (ya sea elaborada con harina o especializada para niños/as pequeños/as) ayudarán a desarrollar su imaginación y creatividad.
  • Área emocional: hablar siempre en positivo y sonreír mucho para transmitirle amor y apoyo incondicional.
  • Área social: ordenar los juguetes y lavarse las manos, para que aprendan a ir creando buenos hábitos
  • Área visual: empezar a enseñarle las figuras geométricas y a distinguir colores, estas actividades les ayudarán a la hora de empezar a distinguir objetos.
  • Área motriz: el ejercicio de agacharse y levantarse fortalecerá sus brazos y piernas, mientras que bailar ayudará a mejorar su coordinación.
  • Área del lenguaje: empezar a enseñar las partes del cuerpo y los nombres de las personas cercanas, esto ayudará a estimular el conocimiento de sí mismo/a y de su entorno.

Pero como te hemos contado al principio de este post, lo más importante es recordar siempre que cada niño/a tiene su propio ritmo, y eso es perfecto. Por tanto, cada una de estas actividades debe de hacerse adaptada a su edad y sus características, y sobre todo, con cariño y paciencia.

Y si necesitas a una cuidadora profesional para el cuidado de tu hija/o, puedes encontrarla aquí.

¡Hasta el próximo Cuidándote Contigo!

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