Las úlceras en la piel constituyen una de las complicaciones más frecuentes en las personas de la 3°edad y conviene conocer bien los motivos por los que aparecen y cómo prevenirlas:
¿Por qué aparecen?
Principalmente surgen por dos motivos que te contamos a continuación.
En primer lugar por presión continua sobre las zonas donde los huesos están más cerca de la piel (como los tobillos, talones o caderas) que forman las llamadas úlceras por presión o escaras, ya sea por estar demasiado tiempo sin moverse o por tener que permanecer en silla de ruedas o en la cama.
Y el segundo motivo es si se tienen problemas cardiovasculares, lo que provoca que el flujo sanguíneo en la zona del cuerpo donde aparece la úlcera sea deficiente y esto acaba provocando lo que se conoce como úlceras isquémicas o vasculares. Otras causas para esta mala circulación pueden ser una alta presión arterial, una obstrucción en los vasos linfáticos o tener una enfermedad renal crónica.
¿Cómo identificar que se trata de una úlcera?
Los factores de riesgo más comunes son, entre otros:
- El cambio de coloración en la zona de la piel dañada (enrojecimiento y cambio a tonos más oscuros con el paso de los días)
- Hinchazón y sensibilidad o dolor de la zona dañada.
- Aumento de la temperatura en la herida.
¿Qué factores pueden desencadenar su aparición?
Junto a los factores previamente dichos (falta de movilidad y flujo sanguíneo deficiente) hay otros a tener en cuenta en la aparición de este tipo de heridas, como son la desnutrición, que hace que las capas de la piel suelan ser más finas y con mayor riesgo de erosión y el tener la piel deshidratada, ya que la hace más vulnerable y quebradiza.
¿Cómo prevenirlas?
Aquí te contamos 4 pequeños tips para evitar la aparición de este tipo de heridas:
– Aunque la persona tenga que estar siempre en la cama o en una silla de ruedas, es necesario hacer cambios posturales cada 3-4h.
– Cuidar la alimentación, que sea equilibrada, lo que evitará los problemas cardiovasculares.
– Mantener una buena hidratación corporal: usar siempre loción hidratante tras la ducha (preferiblemente rica en ácidos grasos hiperoxigenados) y beber la cantidad de agua recomendada.
– Usar dispositivos de alivio de la presión en sillas o sillones como son los colchones antiescaras y las taloneras, entre otros.
Nuestras cuidadores y cuidadores son especialistas en tratar y preever este tipo de heridas, contáctanos para más información.