- Sé alegre: la persona a la que cuidas necesita que hagas de los momentos que estéis juntos un recuerdo feliz.
- Sé paciente: ya sea un niñ@ o una persona mayor, ambos necesitan sus tiempos para expresar lo que sienten o para entender la situación en la que se encuentran.
- Mira más allá: los pequeños detalles transmiten mucha información sobre cómo se siente la otra persona…¡Qué importancia tiene la comunicación no verbal!.
- Quiere de verdad al otro: el verdadero servicio se muestra en el amor que transmitimos a los demás con lo que hacemos cada día.
- Sé creativo: ya sea una pequeña criatura o una persona de avanzada edad el asombro nunca se apaga… ¡Aprende a sorprender!.
- No dejes de formarte: un buen cuidador/a necesita estar preparada para atender a cualquier tipo de persona, dedica tiempo a saber cómo tratar necesidades más específicas (alzheimer, hiperactividad…).
- Comparte sus ilusiones: que el tiempo que estéis juntos a ellos se sientan los protagonistas….¡Cómo emociona traer a la mente recuerdos del pasado o compartir sueños futuros!
- Aprende de sus gustos: si ves que se le enciende la mirada cuando ve unas galletas en la tele o le viene una sonrisa cuando huele una flor por la calle… ¿Qué cuesta poner esas galletas para merendar o que se encuentre esa flor cuando vayas a darle de comer?
- Sinceridad plena con la familia: si eres un buen cuidador/a te darás cuenta de detalles que ellos puede que no perciban, ahora sois un equipo para hacer feliz a esa persona, se tiene que notar.
- Atención total a la persona: no se trata de estar mirándola cada minuto, sino de estar siempre presentes por si la persona necesitara algo por nuestra parte
En Cuidándote nos aseguramos de que nuestros cuidadores cumplen estas diez características con el fin de ofrecerte el mejor servicio posible