Esta es la historia de Remedios

Madrileña de pura cepa y madre de una gran familia, Remedios era una señora de los pies a la cabeza.

A sus 82 años era totalmente capaz de desenvolverse por sí misma (iba a hacer la compra, cocinaba, limpiaba, arreglaba la casa) y todo con esa alegría especial y ese cariño propio de una madre.

Pero entonces llegó la enfermedad, y una caída y otra la fueron deteriorando, su espíritu seguía siendo joven, pero su cuerpo ya no tanto.

Su hija Mónica llevaba tiempo insistiéndole en contratar a alguna persona que le ayudará en las tareas del hogar, pero Remedios siempre tenía la misma excusa «puedo perfectamente valerme por mi misma» y ya no había más que hablar.

Con el tiempo, su situación se fue empeorando y viendo Mónica el estado en el que poco a poco se iba encontrando su madre, decidió insistir, recordándole lo tranquila que estaría toda la familia si supiera que alguien de confianza estaría haciéndole compañía a lo largo del día y, haciéndola entrar en razón, Remedios, aceptó.

Empezaron a buscar agencias y a comparar precios, y encontraron una pequeña agencia, nueva y familiar, llamada Cuidándote, que ofrecía una suculenta oferta respecto al resto de competidores.

Paula les cogió el teléfono y Mónica no podía creer que era ella, ¡Cuidándote era la empresa de una amiga suya! ¡Qué vueltas da la vida! ¿verdad?

Y empezó la búsqueda para hallar a la persona perfecta, y después de un riguroso proceso de selección, muchas entrevistas y llamadas a un gran número de referencias, la encontraron. Porque iban a enviarle a la adecuada, nada de enviarle a “una cualquiera”.

Carolina llegó a casa de Remedios y no se puede decir que conectaron al primer momento, porque eso sólo pasa con el primer amor y con los grandes amigos. Así que, no se hicieron íntimas nada más conocerse, pero con el paso del tiempo, el roce y el cariño, se hicieron inseparables.

Una noche, Carolina advirtió que Remedios se estaba empezando a encontrar peor de lo normal y, desgraciadamente, días después, llegó su hora de partir. Pero todos sus hijos son testigos de que gracias a Cuidándote y a Carolina su madre no pudo estar mejor cuidada los últimos días de su vida.

Ahora la familia de Remedios sigue en contacto con Cuidándote, porque les recomiendan a amigos y familias que necesitan a alguien para limpiar la casa o cuidar a los niños. Porque sí, también ofrecen todo eso.

Mónica recuerda a la perfección lo primero que le dijo Paula al cogerle el teléfono: “hemos visto que necesitabas ayuda y aquí estamos»

Con todo nuestro cariño,

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